- Con actividades para todo tipo de público se realiza esta fiesta cultural en diferentes escenarios
Redacción
San Cristóbal de Las Casa, Chis. OCT 24. (interMEDIOS).- Con diversas actividades artísticas y culturales, el Festival Internacional Cervantino Barroco ha logrado captar la atención de diferentes públicos que se dan cita a lo largo del día en diferentes espacios donde se presentan obras de teatro, conversatorios, conciertos, lectura de cuentos, entre otras actividades.
Este miércoles las actividades culturales alusivas al festival iniciaron con la lectura de Cuentos para volar, del poeta Óscar Bacallado, quien compartió esta actividad con estudiantes de nivel básico del EST 1. Más tarde el Carro de Comedias de la Universidad Nacional Autónoma de México presentó la obra “El cornudo imaginario” de Moliére, en la Plazuela del Barrio de Guadalupe, comedia que trata sobre los celos infundados y las falsas noticias entre la pareja y que crean confusiones sobre algo que en realidad no es.
Las actividades siguieron con el Conversatorio Sones de Artesa a cargo de Los Gallardo, agrupación encabezada por Eulalio Gallardo Garibo, quienes compartieron con los asistentes todo lo relacionado con los Sones de Artesa, los cuales representan un cortejo donde los bailarines imitan movimientos de animales al ritmo de la música.
Por la tarde los amantes de las artes escénicas se dieron cita en el Teatro Daniel Zebadúa, recinto donde la agrupación Esfera Teatral presentó la obra “Muero Luego Existo”, puesta en escena que se desarrolla en la sala de espera de un hospital, donde Zoilo Barredo, un hombre de aproximadamente 30 años de edad, espera con ansias recibir el pago por la donación retribuida de sangre que acaba de dar, pues ha estado en ayunas más de cuatro días, dinero con el que irá a comer.
Una hora más tarde en ese mismo recinto la agrupación de danza contemporánea de Mónica Saavedra se presentó con la obra “Donde no llega la luz”.
La parte musical estuvo a cargo de Los Gallardo, agrupación conformada por la familia del mismo apellido que desde el siglo XIX ha mantenido viva la tradición del fandango, la cual tiene su origen en la costa chica de Guerrero y se ha replicado en países como Cuba, Chile, Uruguay, Argentina, Estados Unidos y Japón. (iM-rrc)